Un clásico en la cinematografía del género de superhéroes es Superman The Movie (78), la cual abrió un mercado muy importante para estos personajes.
Dirigida por el ya fallecido Richard Donner, esta película inició lo que parecía ser una prometedora franquicia teniendo resultados buenos y unos muy desastrosos como su tercera y cuarta entrega.
Cuando se anunció que DC Comics publicaría una miniserie de 6 números basados en esta historia la noticia causó revuelo entre propios y extraños, las posibilidades de volver a ver estas aventuras resultaba una buena estrategia ante la notable ausencia de historias originales en la misma editorial.
El cómic abre con la destrucción de Krypton tal como en la película, pero algo un poco extraño parece sucederles a los kryptonianos justo antes de la explosión. De ahí pasamos a un momento en la actualidad, Lois y Clark van de camino al Daily Planet después de que él detiene a un ladrón de carteras con su visión de calor. Un día que parecía normal en esa urbe que se ve interrumpido por un inusual androide que cae en el centro de Metrópolis y comienza a destruirlo todo, de repente Clark desaparece de la oficina, corre por un callejón, abre su camisa y se convierte en Superman, es qué, no puede haber nada más emocionante y cinematográfico que esta secuencia…!!!
Lo que como lectores nos hace que de inmediato nos preguntemos ¿de dónde viene este androide?, ¿cuál es su propósito?, ¿quién está detrás de esto? Aquí podemos ver o más bien dicho, podemos admirar el gran guiño a la estética en la que se han basado, en la figura de acción de Brainiac de la marca Kenner para la línea de Super Powers de 1984 lo que nos atrapa de manera inmediata para seguir leyendo.
Superman se encarga rápidamente del robot y justo cuando se asegura de que los ciudadanos están bien y a salvo el robot ataca nuevamente lanzándolo a través de varios edificios para retomar el vuelo y regresar a destruirlo no sin antes escucharlo pronunciar un nombre por ya todos conocido, en el espacio la nave en forma de cráneo flota sobre la tierra con Brainiac admirando sus ciudades embotelladas, parece sorprendido al saber que el robot pudo enviar un último mensaje – Hay un kryptoniano en la tierra –
La película se creó y se concibió en una época en la que Hollywood no creía que algo así pudiera tener éxito más allá de un público meramente infantil, ahora en este 2021 el escritor y el artista Wilfredo Torres hacen posible que podamos responder a las anteriores preguntas en un cómic que se siente muy al estilo de lo que vimos en cine pero sobre todo, tiene esa clara referencia sin perder su esencia con un tema que se siente muy fiel como una continuación a esta historia.
La película está elegantemente contada en 3 actos con grandes momentos primero vemos el planeta Krypton y su cruel destino, de ahí pasamos a Smallville con sus partes divertidas pero también conmovedoras y apreciamos la belleza en la escena en la que Clark se despide de su madre, el viaje de Clark para construir la Fortaleza de la Soledad y la aparición de Jor-El (Marlon Brando) para finalmente ver la transformación de ese jóven en el superhéroe más grande de todos los tiempos.
A diferencia de BATMAN ’89 esta historia evoca perfectamente bien a su original, desde el tono y la apariencia hasta la conversación y los diálogos en donde leemos una gran creatividad y por supuesto la premisa de introducir a un villano clásico de Superman es una idea sobresaliente, sin embargo, es su arte el que eleva esta serie a otro nivel por sobre cualquier trabajo que hayamos visto antes en papel.
Desde Perry White hasta Jimmy Olsen, el dibujante y artista Wilfredo Torres ayuda a cada personaje a retratar impecablemente su versión cinematográfica, además, los colores de Jordie Bellaire son tan brillantes y vibrantes que hacen que este número de SUPERMAN ’78 #1 sea realmente espectacular.
En las películas originales vimos las encarnaciones en live action de Lex Luthor (Gene Hackman), el General Zod (Terence Stamp), Lois Lane (Margot Kidder) e incluso a un villano muy caricaturesco y casi cursi llamado Nuclear Man (Mark Pillow) que no tenía nada que ver con lo hecho en viñetas sino que fue creado para la misma saga.
Superman 78 #1 ha encontrado una manera de cerrar esa brecha y expandir el universo creado por Donner sin buscar una justificación a los desafortunados hechos que ya todos vimos y sabemos que causaron la cancelación de esta saga, entendemos bien que hoy en día es muy difícil crear una película que imite lo que ya se hizo y para muestra de ello tenemos Superman Returns (2006) que intentaba desesperadamente ser una secuela, Venditti, Torres y Bellaire nos demuestran que es posible dentro del medio del cómic expandir estas ideas y darles un giro más moderno sin perder de vista lo clásico.
Los personajes que aunque estén dibujados se ven, actúan y se sienten como los recordamos y esto se debe a que lo que han hecho ha sido con gran respeto y el amor que tiene este equipo por franquicia de películas y lo que han representado a lo largo de los años, a lo que han aportado no solo al mundo de la cinematografía sino también al del cómic.
Este número sienta muy bien las bases para lo que está por venir. La idea de que Brainiac estuviera allí cuando Krypton explotó marca un camino completamente nuevo y diferente dando pistas de que no todo lo que vimos hace años era lo que parecía.
Esa primera escena con Lois y Clark evoca mucho a la película, no hay manera de que estos personajes en este mundo sean diferentes, por un lado vemos la fragilidad de ella como ser humano y el poderío que tiene él al ser de otro planeta y poseer habilidades extraordinarias pero sin dejar de ser el torpe reportero enamorado.
La primera vez que vemos a Clark como Superman es todo Donner, es todo lo que un fan de comics y un fan de las películas desea ver retratado de la misma manera en la que se vio en pantalla, hasta podemos escuchar los acordes del tema creado por John Willams en nuestra cabeza, esos pequeños pero grandes detalles hacen que este trabajo destaque en sí mismo y obtenga un nuevo estilo sobre una personalidad que ya conocemos sin cambiar mucho su simetría y su estética visual.
La ilustración sobre las calles de Metrópolis es perfecta, le da ese aire neoyorquino de los años 70´s una ciudad hermosa y brillante pero con crimen y peligro, con personajes secundarios tan auténticos como lo serían en la vida real.
Los personajes son muy reconocibles pero no parecen copias exactas de los actores, Torres le da su propio giro y los maneja bastante bien, su Brainiac es espectacular en su aspecto clásico con su correspondiente giro de tuerca en la historia.
El fallo que tiene es que aboga demasiado por la nostalgia que te envuelve desde el primer momento pero entendemos bien que al ser una secuela basada en una película este detalle se va diluyendo a medida en la que avanzamos con la lectura porque DC Comics nos está dando lo que queremos como fans y como lectores de estos personajes.
Sin duda el equipo creativo tiene el perfecto equilibrio, entienden perfectamente lo que se hizo para la pantalla grande, el diálogo y la interpretación tienen la fuerza y el carisma suficiente para mantener a los viejos lectores y fanáticos de Superman así como a nuevas generaciones.
En conclusión, SUPERMAN ’78 #1 es una lectura obligada para cualquiera que tenga ese lugar especial en su corazón para una película que realmente les hizo pensar que un hombre podría volar, esperemos que esta serie siga manteniendo el interés y tenga una buena expansión sobre su material base y el encanto que hacen que las películas sean tan especiales.
Aquí ya pueden ver el cómic completo en su idioma original.
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