Estamos ya en la recta final para concluir la segunda temporada de The Mandalorian, lo que vimos en este episodio llamado, The Believer, es aún más acción pero también hay un elemento importante que había estado presente durante todo este tiempo y es la ausencia total del personaje de Grogu lo que tiene mucho sentido porque este episodio tiene que ver con la fe, con la confianza en sí mismo y en los demás, el tipo de creencias intensas y arraigadas.
El episodio comienza mostrándonos algo que no habíamos visto, Karthon Chop Fields es un desolado depósito de chatarra imperial y de prisioneros de la Nueva República quienes trabajan desarmando y re-armando los equipos que aún pueden funcionar, el preso 3467 alias Migs Mayfeld (Bill Burr) ha sido puesto bajo la custodia de la mariscal de la Nueva República Cara Dune quien junto con Mando tienen un trabajo para él.
Sigue siendo muy emocionante ver el Slave -1 en la pantalla, ahora vemos a de Boba Fett con su armadura recién pintada y restaurada, se ve fresco pero sobre todo muy imponente, lo que quieren de Migs son las autorizaciones y protocolos imperiales para rastrear a Moff Gideon.
Vemos que hay tomas dentro del Slave -1 que muestran cómo se orienta durante el despegue y el aterrizaje con una acción giroscópica en su interior lo que tampoco habíamos visto antes, así emprenden su camino hacia Morak un planeta donde al parecer no hay nada, ahí se encuentra instalada secretamente una instalación minera que procesa un material llamado Rhydonio para combustible, muy volátil y explosivo, como si no fuera poco Mayfeld descubre que la instalación está a cargo de la ISB, la Oficina de Seguridad Imperial y podrán identificar a cualquiera en el registro de la Nueva República la mariscal Cara Dune, Fennec Shand y Boba Fett estarán en la lista si cualquier robot les hace un escaneo facial.
Mando y Mayfeld harán el trabajo robando un transporte para poder infiltrarse en las instalaciones para acceder a una computadora imperial que de las coordenadas, en su intento por finalizar la misión y obtener los datos Mando tendrá que despojarse de su armadura de Beskar para disfrazarse de un Trooper de transporte.
Antes de llegar a la base Mayfeld intenta poner en perspectiva la devoción servil de Mando por sus creencias, él señala a todos los aldeanos que ven a su paso cuyas vidas han sido arruinadas por los invasores y le dice que para todos ellos el Imperio no es tan diferente de la Nueva República porque ambos son fuerzas poderosas que imponen su voluntad sobre los demás y no les importa si una fuerza es un poco más altruista que la otra, Mando ve a un niño aldeano que le recuerda su vida como un expósito, todos los nacidos en todos los planetas se crían con creencias diferentes pero ¿qué sucede cuando esos planetas conocidos como la comunidad en la que uno se crió ya no existen? Mando ha conocido a mandalorianos que son totalmente diferentes a ese credo que profesa al mostrar libremente su rostro y ¿están tan mal? porque cada quién cambia su credo y su interpretación para hacerlo mejor para su supervivencia y la de aquellos a quienes ama ya sea que lo haga por un fin común o no.
Esta charla se ve interrumpida por piratas que saquean y destruyen los transportes de Rhydonio, Mando entra en acción en un emocionante combate cuerpo a cuerpo sobre el transporte en su estado más vulnerable físicamente porque no posee la protección de su armadura original que lo proteja, luego de salir avantes y ya dentro de la instalación minera siendo felicitados por sus compañeros Mayfeld ve una terminal en el comedor de oficiales pero no puede acceder porque, por COINCIDENCIA su antiguo comandante en jefe Valin Hess (Richard Brake) está allí y teme que lo reconozca y no complete la misión, es cuando Mando toma el dispositivo de datos para conectarse pero para poder hacerlo deberá quitarse el casco y dejar que la computadora escanee su rostro para dar el acceso.
Es emocionante ver a Pedro Pascal en ese papel porque es tan brillante con su lenguaje corporal a lo largo de este episodio y su incómodo camino hacia la terminal dice mucho, obtiene la información y luego tiene un enfrentamiento con Valin Hess, con una vulnerabilidad nerviosa y con los ojos muy abiertos sin perder su voluntad pero la oportuna intervención de Mayfeld al explicar un falso problema de audición de una batalla que tuvo lugar en Taanab y Hess quiere tomar una copa con ellos y brindar por traer el material a salvo, cuando Mayfeld pregunta ¿por qué deberían brindar? no puede resistirse a sugerir que brinden por Operation: Cinder una batalla muy conocida para quienes han leído el cómic Shattered Empire o del videojuego Battlefront II.
Mayfeld quiere que Hess justifique la pérdida de miles de soldados, aldeanos e inocentes. Hess le dice que caos controlado vale la pena porque el Imperio lo exige, porque eso es lo que los mantendrá en el poder y una vez que propaguen más caos por la galaxia impulsado por el rhydonio volverán a recibirlos con los brazos abiertos, “Por el imperio” y es aquí cuando Mayfeld dispara a Valin Hess matándolo sabiendo que se acerca un tiroteo Mayfeld le da su casco mientras le dice: “Hiciste lo que tenías que hacer yo nunca vi tu cara”. Aquí está la justificación que puede necesitar para seguir creyendo lo que quiere creer algo realmente conmovedor, Mayfeld solo quería expiar parte de esa culpa de asesinar a inocentes por una causa que aún no puede comprender, ayudar a Mando a ver el panorama general y pensar en algunas cosas con las que sabemos que ha estado luchando.
El dúo escapa tomando la ruta escénica hasta el techo donde hay acción con troopers, Fennec Shand y Cara Dune disparan a los soldados mientras los persiguen y eliminan los cañones de la azotea, Boba Fett va por ellos en el Slave -1, una vez a salvo Mayfeld dispara directo al rhydonio lo que causa la explosión de la instalación minera, esto es todo lo que Cara Dune necesita ver para dejarlo libre en lugar de regresarlo a prisión “Es una pena que Mayfeld muriera en el ataque minero a Morak”.
El episodio termina con Moff Gideon recibiendo el peor mensaje de voz de todos los tiempos, Mando quiere que Gideon sepa que está en camino y que va a recuperar al niño cueste lo que cueste.
Rick Famuyiwa hace de este episodio algo muy ligero pero funcional porque vemos más de los personajes y su interacción con los demás, es uno de esos episodios con mensaje que para ser honestos no sé si esté tan bien llevado al cuestionar más el tema de la identidad y de que si una persona está más segura en su fe que en sí misma o en sus acciones, Creo que es porque Disney ha tratado de suavizar mucho las cosas en lo que a este universo se refiere llevando este tipo de moralejas a los niños principalmente lo que opaca un poco el sentido y la estructura de los personajes.
Un muy buen episodio y ya se encuentra disponible en la plataforma de Disney+
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