Tras el estreno del episodio 6 de la segunda temporada de The Mandalorian titulado The Tragedy ha sido lo que muchos fans de Star Wars esperaban, si lo que vimos antes con Ahsoka Tano fue épico ésto va mucho más allá.
El regreso formal de un personaje que ha causado polémica a lo largo de los años, porque participó muy poco, porque no se sabe nada de él, lo cierto es que a muchos gusta y sus figuras de acción se venden desde hace años, Boba Fett representa mucho de aquello que es tan simple pero a la vez muy vistoso, algo que no necesita de grandes explicaciones, un personaje que fue creado solamente para “ser”
Mando (Pedro Pascal) sigue en la búsqueda del templo a donde debe llevar a Grogu para que haga conexión con la fuerza y así pueda contactar a otro Jedi en el planeta Tython, es un poco decepcionante que el debut en vivo de este lugar tan emblemático sirva más como un fondo montañoso suave para lo que vendrá después, Tython tiene un valor histórico muy significativo para la saga porque fue el planeta donde se originó la Orden Jedi y pasa muy desapercibido de hecho, no se menciona nada de esto durante el tiempo que dura.
La acción empieza luego de que Grogu comience a meditar en la piedra al centro del templo y sucede algo Mando descubre una nave peculiar que se prepara para aterrizar cerca, el Slave-1 luce espectacular y tan simbólica, el intento del niño de acercarse a un Jedi ¿a quién contactó? seguro nos será revelado en algún momento de las siguientes temporadas.
Grogu (Baby Yoda) está rodeado por algún tipo de campo de fuerza mientras medita Mando va al encuentro de quién pilotea esa nave, la entrada de Boba (Temeura Morrison) se maneja con el entusiasmo y la emoción que uno esperaría de un personaje tan esperado, el Slave-1 aterriza, Mando esquiva los disparos de advertencia de un atacante invisible, Boba tiene un momento de voz en off fuera de cuadro antes de aparecer como una figura encapuchada para luego revelarse en su totalidad, le explica brevemente su presencia e intenciones de contactarlo.
La revelación del rostro de Boba es solo la primera parte del impacto, esto ya lo habíamos visto y sentido con la aparición de Ahsoka en el episodio anterior, algo que hicieron bien sin pensarlo fue que Boba no revelara su rostro en la trilogía original de Star Wars lo que le daba un halo de misterio al personaje, la representación de Morrison como el caza-recompensas llega a ser tan perfecta que todo lo que ocurre en ese momento apenas importa.
Boba ha estado siguiendo a Mando para pedirle que le devuelva su armadura pero no viene solo el personaje que vimos en la primer temporada Fennec Shand (Ming-Na Wen) la asesina de élite que aparentemente fue dada por muerta pero recordemos que alguien llega por el cuerpo, la explicación a esto es tan sutil porque en el preview del episodio vimos esa escena, lo que ahora se nos revela es que fue salvada por Boba, y todavía tiene una cuenta pendiente con Mando.
Para quienes desconocen la historia de Boba y Fennec hay una breve pero necesaria explicación al respecto, los tres llegan al conveniente acuerdo de dejar a un lado sus diferencias cuando un grupo de Stormtroopers desciende sobre el planeta.
Es así como llegamos al primer punto de acción tan característico de su director Robert Rodríguez quién ha hecho un magnífico trabajo en este episodio y vaya responsabilidad,11 minutos de momentos cargados no solo de disparos y estrategias sino de lo que es el alma de la serie y que ya he comentado en anteriores reseñas, es la esencia de Star Wars, Mando, Fennec y especialmente Boba obtienen cada uno el momento justo para ser el centro de atención en esta batalla, la combinación encomiable de los esperados tiroteos con blásters y el uso de herramientas asesinas más eclécticas presentan un interesante contraste entre lo que tienes para usar y lo que tienes para saber usarlo como el arma Gaderffi de Boba que es utilizado tradicionalmente por Tusken Raiders.
La secuencia de escenas cuerpo a cuerpo de Boba es de reconocerse lo bien coreografiada que está tomando en cuenta que Rodriguez no se corta las ganas cuando de presentar violencia se trata pero esta vez lo ha hecho sutil pero muy efectivo lo que nos deja a todos satisfechos, ver morir a los Stormtroopers a golpes en un programa que transmite una plataforma que es más enfocada al público infantil es impresionante.
Hasta aquí y luego del primer asalto las cosas parece que van bien para los protagonistas aunque no nos ha quedado muy claro el por qué se llama La Tragedia cosa que obtiene su respuesta en minutos luego de que el Destructor Estelar de Moff Gideon (Giancarlo Esposito) destruye el Razor Crest de Mando con un solo disparo, bien sabemos que la nave ha pasado por mucho en esta temporada pero verlo destruido en un instante fue un golpe que nadie esperaba.
Mando apenas puede registrar este suceso antes de que Gideon envíe un escuadrón de Dark Troopers que a pesar de que no tienen mucho tiempo en pantalla su acción es efectiva, sabemos que es lo que quieren, se llevan a Grogu y Mando se queda sin su nave y sin su amigo.
Boba reconoce que él y Fennec no cumplieron con su parte del trato que era que Mando entregaría la armadura si lo ayudaban a proteger a Grogu, luego de hacer las paces se dirigen de nuevo hacia Nevarro para encontrarse de nuevo con Cara Dune (Gina Carano) quién ahora puede ayudarlos a encontrar una pista sobre el paradero de Gideon y a dónde se dirige.
Para el final vemos la escena cierre del episodio que muestra a Grogu usando la fuerza con dos Stormtroopers mientras Gideon observa que su poder ha crecido, hay algo un poco aterrador en ver a la pequeña criatura usar violentamente su poder motivado por el miedo y termina siendo esposado.
Aún no sabemos no se sabe exactamente cuáles son los planes que tiene Gideon para Grogu o si Boba y Fennec aparecerán en los dos últimos episodios de la temporada, lo que si sabemos es que lo que viene va a ser aún más espectacular.
El capítulo ya está disponible en la plataforma de Disney +
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