El año pasado estuve a punto de abandonar Orange Is The New Black (OITNB) porque su cuarta temporada había caído en un bache del que creí que nunca podría reponerse. Un año antes la tercera temporada también había sido una decepción, pero como todo en la vida hay que aceptar las buenas y las malas, y afortunadamente la quinta temporada está valió la pena.
Yo sé que tal vez es un poco tarde para hablar de la nueva entrega de esta serie original de Netflix – que se estrenó desde el 9 de junio -, pero estaba muy ocupado tratando de completarla.
Evidentemente este no es un texto para los que ya empezaron a ver los nuevos capítulos, sino un llamamiento para aquellos que desistieron a que retomen la costumbre de verla, sé que por momento es difícil adivinar hacia dónde van los conflictos pero creanme, cualquier momento de apatía que les haya despertado alguno de los pasados 26 capítulos (temporadas 3 y 4), vale la pena para asistir a las puntos de tensión y resolución que se alcanzan en los más recientes episodios.
Al final de la cuarta y aparentemente larguísima cuarta temporada, nos encontramos en una revuelta que se desata en el penal de Litchfield después que uno de los custodios asesina a una interna (no quiero spoilear mucho), el caso es que son casi trece horas de motín las que Netflix nos está entregando por nuestros módica mensualidad.
Y si esperas ver descabezados y vísceras expuestas, sabes que no es el estilo de la serie. Precisamente ese es el gran acierto, que en ningún momento pierde el tono inverosímil de comedia negra, y representa una ocasión perfecta para desarrollar más profundamente a los personajes.
Tiene una diferencia en el formato que más allá de quebrarlo aporta mucho, como recordarán regularmente cada capítulo presenta flashbacks de la vida anterior de un personaje y en esta temporada ese recurso no se limita a un personaje por episodio, como recurso narrativo enriquece muchísimo la acción y se puede interpretar como que la historia está alcanzando un grado de madurez que no podrá conservar por mucho tiempo por lo que es muy probable – desde mi experiencia como espectador – que el próximo año veamos la penúltima temporada o quizá el desenlance de la historia de Piper en el penal que fue el pretexto con el que conocimos a las demás reclusas.
