¿Sabías que los usuarios intensivos de computadoras mueven el mouse hasta 27 km (17 millas) cada año? Equípate para esta maratón de desplazamientos y clicks con el dispositivo adecuado. Los mouse ergonómicos tienen una forma que se adapta a tu brazo y muñeca como un guante.
Este tipo de mouse se diseñó para un ajuste más natural y una mejor posición del antebrazo. Y, al igual que un buen baño caliente, eliminan la presión y permiten aumentar la productividad por más tiempo. Pero, ¿cómo funcionan exactamente?
1. MEJORA TU POSTURA
Un mouse que coloque el brazo en una posición de sujeción natural puede ayudar a reducir la tensión muscular. Un mouse vertical fomenta una postura más ergonómica y, por tanto, más confortable. Además, es perfecto para usuarios con manos pequeñas o medianas, o zurdos. Este mouse también fomenta una posición de sujeción natural, similar a la de dar la mano como saludo. Ambas opciones tienen el ángulo de inclinación ideal para mantener una postura natural y recta del antebrazo durante todo el día.
2. EVITAR LA PRESIÓN EN LA MUÑECA
Al trabajar en la computadora, solemos presionar los tendones y nervios que pasan por la parte inferior de la muñeca, que poseen poca protección natural de los tejidos circundantes. La presión excesiva puede mitigarse apoyando la mano en un ángulo. Un buen mouse forma una unidad con el brazo, para que la palma y los dedos puedan descansar.
3. REDUCIR LA ACTIVIDAD MUSCULAR NO DESEADA
Los movimientos repetitivos implican una tensión muscular repetitiva. Los mouse ergonómicos bien diseñados garantizan menos movimiento y, por tanto, menos fatiga. Un mouse con trackball puede ser una gran opción para facilitarle el trabajo a la mano. Otra opción es un mouse vertical, dotado de seguimiento óptico avanzado y un conmutador específico de velocidad del cursor para reducir cuatro veces el movimiento de la mano. Al ofrecer un descanso a la mano, puedes decir adiós a la fatiga y las molestias tras una larga jornada laboral.
