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Reseña: Indiana Jones and the Dial of Destiny es un trabajo poco estudiado y pésimamente ejecutado

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Es de reconocer que George Lucas ha sido un visionario en lo que a la cinematografía se refiere, la saga de Star Wars cambió la visión de cómo veíamos el vasto espacio aportando con eso un parteaguas en producciones futuras hasta nuestros días.

A finales de los años 70, George junto con Steven Spielberg trabajaban en conjunto en lo que sería su próxima producción, una película que rindiera homenaje a los seriales de televisión que veían en su infancia, entre muchos cambios, nació Indiana Jones y junto con ello un éxito sin precedentes, los 2 cineastas de mayor éxito estaban juntos en un proyecto del que nunca imaginaron sería una saga muy popular.

Indiana Jones se convirtió rápidamente en un personaje icónico en la cultura pop, Raiders of the Lost Ark (1981) teniendo un éxito en la pantalla grande continuó con éxitos como Indiana Jones and the Temple of Doom (1984), Indiana Jones and the Last Crusade (1989) e Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull (2008), una serie de televisión The Young Indiana Jones Chronicles (1992 – 1996) producida por Lucas así como novelas y cómics.

15 años después de su última aparición en este 2023 se estrena Indiana Jones and the Dial of Destiny dirigida por James Mangold (Logan, Ford v Ferrari) que marca la despedida de este personaje encarnado por el actor Harrison Ford y dejando una gran incógnita de si seguirán o no estas aventuras.

¿De qué va la película?

A punto de jubilarse el profesor Indiana Jones (Harrison Ford) lucha por adaptarse a un mundo que ya no parece necesitarle tanto, sin embargo, cuando el viejo rival Jürgen Voller (Mads Mikkelsen) aparece buscando un antiguo y poderoso artefacto Indiana debe replantearse si vivir una vida tranquila o volver al mundo de aventuras para asegurarse de que el objeto no caiga en las manos equivocadas y cambie el destino del mundo y de la humanidad para siempre.

Indiana Jones como personaje tiene todo lo que esperamos ver como espectadores, acción, aventura, comedia, drama, en historias que en un principio fueron bien planteadas, Lucas y Spielberg lo estructuraron para que sus históricas y aparentemente imposibles aventuras fueran creíbles bajo su propio contexto y tuvieran éxito.

Es impresionante como con el paso de los años esto ha permanecido en el gusto de un público más veterano, junto con Star Wars es de las mejores creaciones de Lucas que han tenido problemas similares para poder llegar de nuevo a la pantalla grande pero sobre todo al gusto del público.

Bien sabemos que las ideas originales en Hollywood no son lo de hoy ni tampoco que este panorama vaya a cambiar en los próximos años, los remakes, reboots, precuelas de cosas que ya hemos visto son lo que predominan ahora, pero que muchas de ellas carecen de esa esencia que las hizo famosas, junto con esto la idea de hacerlo políticamente correcto ha mermado mucho en lo que los escritores y los directores quieren contar en estas historias, haciéndolas más adaptables a un nuevo público.

En el caso de Indiana Jones and the Dial of Destiny no es aburrida pero tampoco es entretenida, sigue con la misma fórmula y estructura abogando mucho por la nostalgia que ha estado muy de moda en recientes producciones, es un hecho que las cosas han cambiado y ahora las nuevas generaciones buscan ver cosas diferentes, narradas de otra manera y con otro enfoque, estamos ante un producto nuevo pero difícil de entender en un mundo en lo que lo moderno y lo tecnológico ayuda en gran parte a contar estas historias, es difícil de entender cómo es que luego de 42 años de nacida la franquicia y 15 años desde su última aparición el resultado sea muy por debajo de lo que promete.


La película inicia de manera diferente, antes el símbolo de Paramount Pictures era parte de su entrada, aquí eso no sucede, recordemos que Lucasfilm a es parte de Disney, una compañía que arriesga muy poco en este tipo de historias, su modelo de entretenimiento familiar sigue siendo el mismo desde hace muchos años, esto comienza con una secuencia flashback de los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, vemos a Indiana con un nuevo colega llamado Basil Shaw (Toby Jones) tratando de recuperar algunos de los artefactos históricos robados por los nazis, la técnica de rejuvenecimiento por CGI es bueno pero no impresionante una figura que nunca se ve del todo humana ni creíble pero que nos da una idea de ubicarlo en sus mejores momentos.

La película establece un estándar de lo que esperamos ver desde un principio, estamos ante un hombre envejecido que está por dejar toda su vida de aventuras y académica a un lado para vivir tranquilamente, bien sabemos que eso no va a suceder, el personaje ha sido diseñado para vivir grandes aventuras que nos hacen emocionarnos, con una dosis de acción que puede dejar satisfechos a propios y extraños, Indiana Jones es todo eso, Acción y aventura principalmente.

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Después de una secuencia magníficamente representada en donde podemos ver una persecución en auto, el abordaje en un tren nazi que transporta diversos objetos históricos robados, fuego antiaéreo, enfrentamientos con nazis muertos, descubrimos que lo que Basil Shaw buscaba desesperadamente era una de las 2 partes de un artefacto llamado el Dial del Destino y que Indiana rescata de que se pierda en un río tras su escape del tren, la cinta tiene un salto en su tiempo y secuencia ubicándola ahora en 1969.

Los años han pasado e Indiana Jones se jubila de Hunter College hace un recuento de lo que ha sido su vida, que en tiempo de pantalla en realidad no ha sido mucho y para eso ayudan las novelas que han sido publicadas, la separación de Marion (Karen Allen) después de la muerte de su hijo Henry “Mutt Williams” Jones III (Shia LaBeouf) en la Guerra de Vietnam, esta sub trama dramática trata de explorar el trasfondo emocional del personaje que no habíamos visto antes y que para ser honestos tampoco era necesario y preguntándose en qué punto de su vida está y hacia dónde va, en dónde han quedado esos años de aventuras emocionantes en donde pelaba con el enemigo y lograba salir avante, es evidente que el paso de los años es uno de los planteamientos más importantes en la historia.

La acción continúa y como es de esperarse Indiana se embarca en una aventura con Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge) hija de Basil y también su ahijada, resulta ser que ella se obsesionó con el dial, Indiana ya le había dicho a su padre que destruyó la mitad, por supuesto que esto es mentira y mientras obtienen el dial del almacén son interceptados por Voller y sus hombres lo que los lleva a un escape por las azoteas, un secuestro para culminar con una persecución a caballo por el metro durante un desfile en una secuencia de acción forzada e incómoda con una intención puramente nostálgica, un héroe icónico montando a caballo como en muchas otras ocasiones ya vimos.

Después de esto pasamos a Tánger donde Helena en compañía de Teddy (Ethann Isidore) pretende vender la mitad del artefacto, a partir de este punto la película se convierte en una persecución tradicional muy propia de la franquicia, mucha acción, persecuciones, situaciones cómicas muy forzadas que más que agradar caen en el tedio James Mangold cae estrepitosamente en una zona de confort que ya es un cliché, me apoyo en la nostalgia y llevó al espectador a recordar por qué esta saga es tan importante sin darle un estilo y personalidad propia, dentro del canon vemos claramente que aquí toda la esencia se pierde en el viaje, es incapaz de organizar sus ideas y presentar secuencias de acción de una manera tan atractiva como lo hizo Steven Spielberg en las 4 entregas anteriores.

El problema con esta secuencias es el excesivo y abusivo uso del CGI Que si bien están al servicio de una trama aquí es todo lo contrario, las tomas se ven falsas las coreografías de acción se sienten torpes, poco ágiles, incómodas e incoherentes con lo que se está narrando, todo tiene que ir al ritmo de su actor protagonista que hace ya muchos años que debió dejar el papel, la idea aquí era sacar a Indiana de un retiro inminente para lo que será su última gran aventura, encontrar y destruir un artefacto inventado por el antiguo matemático y físico griego Arquímedes que de caer en las manos equivocadas podría alterar el curso de la historia.

Esto no es todo, como idea es muy interesante, llevarla a cabo y planear una ejecución es lo difícil, y si, nunca desarrolla todo su potencial, como espectadores esperamos que suceda algo grande, sorprendente y eso aquí no sucede, pareciera que los guionistas Jez Butterworth,  John-Henry Butterworth y James Mangold quieren dejar todo para el último momento o bien para una posterior entrega que es muy posible que no suceda, la incursión de nuevos personajes cuando esto ya va de salida queda sumamente forzado, se nos explica muy brevemente y sin entrar en detalle de dónde vienen sin tener nada que aportar, por ejemplo, la ahijada nunca supimos que lo había hecho, su motivación es solo la búsqueda y hacerse con el Dial del Destino antes de que otro pueda hacerlo, y luego ¿qué? Cuál es el eje de todo esto, ¿pretende usarlo y si es así ¿para qué? ¿Pretende venderlo? Y si es así ¿para qué? Un personaje muy poco desarrollado y definido que solo está por llenar un espacio en pantalla

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Los fallos en el guión son muy evidentes, los personajes van y vienen pasando por el mismo lugar y ritmo que antes, con poco desarrollo para ellos, a pesar de su duración de 154 minutos parece tiempo insuficiente para contar una historia poco planeada y estructurada se va armando así misma en su propio tiempo y que igualmente se va desmoronando de poco a poco, la idea original se va diluyendo, parece que estamos viendo 2 cintas completamente diferentes porque mientras vemos una secuencia inicial con gran potencial de la mitad para delante y hacia el final las cosas cambian rotundamente y nos quedamos a medias en saber, descubrir, sorprendernos pero sobre todo, nos quedamos con las ganas de ver a ese Indiana aventurero que ya conocemos.

En el momento en que llegamos al tercer acto y ya en la recta hacia su final, la historia avanza hacia nuevas direcciones que bien sabemos no llegarán a nada, son ridículas, ruidosas y sobrecargadas que no ofrece ni emoción ni asombro ni un deleite audiovisual, al final nos quedamos con la sensación de que algo le faltó, su intento desesperado por competir con su antecesora, es absurdo tratar de relacionarlas y peor aún de compararlas, su equipo creativo no entendió absolutamente nada de estos personajes y trataron más desesperadamente de que encajaran todos en una historia con tintes modernos y su tradicional discurso de mucho bla bla bla y muy poca sustancia.

Este trabajo quiere pretenciosamente tocarnos esa fibra tan sensible que tenemos ante la nostalgia y no se esfuerza ni mínimamente por lograr eso, esto es algo que se presenta más por cumplirle a medias a un público cautivo con esta franquicia que por entretenerlos y menos por complacerlos, muchas ideas surgieron en estos 15 años que han pasado, que sí iría en busca de la Atlántida, que si exploraría más de la cultura mesoamericana, que si hay que buscar la mítica y legendaria ciudad de El Dorado y ninguna de estas cosas logró materializarse y las ideas eran muy buenas.

Uno de los grandes problemas que tiene ya las producciones de los estudios Disney han sido sus productores, en este caso Kathleen Kennedy y Frank Marshall son responsables de grandes fracasos cinematográficos poniendo como ejemplo lo que trajo consigo Lucasfilm, ya sea en cine o en proyectos para streaming las cosas parecen ir de mal en peor y volvemos nuevamente al punto de comentar que lo que presentan es más cantidad que calidad y aquí la pregunta que queda por hacernos es ¿Disney al hacer esto contra quién o qué compite?

Más de uno queríamos que esta película fuera una gran aventura y una estupenda despedida para uno uno de los personajes más famosos de la historia del cine y todo lo que nos queda es la idea de que esto pudo ser mucho mejor si no hubiese llegado tan tarde y las ideas que tenían pensadas pudieran haberse llevado a cabo en su tiempo y momento, lamentablemente Indiana Jones en este 2023 no le importa a las nuevas generaciones para las que está dirigida.

El elenco lo conforman Harrison Ford, Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen, Boyd Holbrook, John Rhys-Davies, Shaunette Renée Wilson, Karen Allen y Antonio Banderas, es lamentable que con un elenco tan completo y talentoso, estos personajes queden muy por debajo de lo esperado, en el caso de Ford no dudamos de su talento pero sí de su edad en una producción tan físicamente demandante.

La música es un punto y aparte, el maestro John Williams regresa a esta última entrega con un score sorprendente, con piezas nuevas que reinventan y emulan sus trabajos anteriores, parece ser que es lo único que sí respeta la esencia de lo que es esta franquicia.

En resumen, Indiana Jones and the Dial of Destiny queda como un intento por revivir una franquicia que hace años que murió y que recordamos como una de las mejores en la historia del cine, queda como un trabajo poco estudiado, pésimamente ejecutado que entretiene pero que no sobresale.

Indiana Jones and the Dial of Destiny ya está de estreno en salas cinematográficas de nuestro país. Cinepolis y Cinemex

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